Historias de dolor, alegría y empatía, así como emotivas y conmovedoras lecciones de vida han surgido durante la pandemia de Covid-19 que golpea severamente a los sectores más desprotegidos del país, como los adultos mayores, esos que se encuentra en el abandono, el rezago y la pobreza.
La señora Petronila Gómez, quien a sus 87 años ha tenido que dejar de trabajar por la crisis sanitaria, y quedarse en su casa en Chalco, Estado de México, forma parte de esas lecciones de vida que mueven las fibras más sensibles. Para sus vecinos, es un roble que se dobla, pero no se quiebra ante las adversidades.
De frágil figura, con las huellas del tiempo reflejadas en sus manos y rostro, desde el marco de su puerta, con el fondo de un jardín donde el pasto apenas crece y árboles frondosos, doña Petrolina, visiblemente emocionada y conmovida hasta las lágrimas recibió la donación enviada por el empresario Humberto Herrera Rincón-Gallardo.
Esa ayuda humanitaria, compuesta por una despensa fue llevada a la puerta de su hogar, como una nueva estrategia del empresario para evitar que los adultos mayores, como sector vulnerable, se desplacen a los lugares seleccionados para entregar los insumos.
Luego de limpiarse las lágrimas, esas que derramó de emoción y se deslizaron por los surcos de las arrugas que marcan su rostro, la señora Petronila, para muchos digna de admiración por su vitalidad para el trabajo, y por la historia de amor que vive con su marido, agradeció la bondad de Herrera Rincón-Gallardo, por ayudar a los más desprotegidos.
Pero no fue la única, también las despensas que donó el empresario llegaron a otra comunidad de Chalco, donde su mano amiga se hizo presente para apoyar a otros adultos mayores, algunos postrados en sillas de ruedas, que al igual que doña Petrolina, recibieron sus productos.
Emocionados, los adultos mayores que nos dejan como legado sus experiencias y vivencias, agradecieron el hecho de que el empresario haya volteado hacia ellos.